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Mostrando entradas de 2017

¿Un Estado fallido o un gobierno que debilita al Estado?

 El término “Estado fallido” ha sido usado para explicar fenómenos como la ineficacia e ineficiencia gubernamental, los vacíos de poder, la violencia o la falta de resultados en el sistema político. El término está rodeado de mitos y habrá que dejarlo claro. El concepto “Estado fallido” significa el fallo del Estado para asegurar su función principal, es en el concepto clásico de Max Weber, que es mantener el monopolio legítimo de la violencia política. Noam Chomsky, por su parte, ofreció otro concepto de Estado fallido al agregar al aspecto monopolio de la violencia, el aspecto de fallo de la obtención de los objetivos del Estado. Particularmente puedo conceptualizar un Estado fallido como aquel que ha perdido total o parcialmente el control de su territorio; que ha perdido el monopolio del uso de la fuerza para brindar seguridad y defensa nacional; que es incapaz de ofrecer servicios básicos; que no puede garantizar los derechos mínimos y potencia la corrupción política; que e...

Hablando de privilegios

Para algunos, hablar de privilegios es hablar de desigualdad social, esto es porque lo consideran que esos privilegios les dan ventajas a personas que pertenecen a otros grupos sociales. Particularmente considero los privilegios como ventajas exclusivas o especiales que se gozan por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia. Son beneficios que quiere dar un superior y que se ha ganado la persona que goza de estos, por tanto, tener beneficios debe ser un estímulo a superarse, y esto no genera desigualdad social, lo que la genera son superiores incapaces de evaluar y premiar un buen trabajo, esto es, superiores sin liderazgo, o la incapacidad de algunas personas de mejorar, de desarrollarse. Etimológicamente, el término privilegio procede del latín “privilegium” que puede definirse como “una ley privada”, o sea no pública o general, sino relativa a un individuo o cuerpo social específico que se distingue de los demás. Tanto en el área privada como en la pública...

¡Cuidado con tus Virtudes!*

Este es el título de un libro de Robert E. Kaplan y Robert E. Kaiser, y está dirigido al liderazgo empresarial, pero podemos extrapolarlo al liderazgo político. Hay frases que se pueden trasladar a los políticos y que son lapidantes ante la actitud de muchos. Ejemplo de estas frases, no textualmente para que sea concordante con estas ideas son: Todos los políticos, con independencia de su posición jerárquica, tienden a abusar de sus virtudes. La voluntad del líder político de ser poderoso y directo con sus subordinados se convierte en una tendencia al abuso y a la exigencia desmedida. La insistencia en la búsqueda del consenso alimenta la indecisión crónica. El énfasis en el respeto por los demás degenera en amabilidad inútil.  El deseo de obtener un beneficio y satisfacer a todos los sectores se convierte en una preocupación por el pensamiento de corto plazo. La conclusión es que el líder que siempre recurre a sus virtudes, que las lleva demasiado lejos, puede actuar de forma ...