Hace un año, poco después de la toma de posesión de la actual administración de gobierno, se realizó un ejercicio personal de definir las amenazas al Estado Salvadoreño.
Para establecer estas amenazas se tomó en consideración los Objetivos e Intereses del Estado y el pueblo, y la voluntad y capacidad de las amenazas mismas.
Algunas de estas amenazas al parecer están en proceso de cumplirse, otras probablemente no, ese juicio de valor se lo dejamos a nuestros lectores.
Las amenazas identificadas fueron:
1. Que en nombre de una mal entendida justicia social y interpretación falsa de la redistribución de la riqueza, se destruyan las estructuras democráticas.
2. Que Poderes no políticos como organizaciones y sindicatos quieran desplazar a los Poderes Políticas como los Partidos Políticos.
3. Que los Poderes Políticos se nieguen a apoyar al gobierno.
4. Que los políticos quieran ser expertos económicos, y lo que es peor, que los economistas y la gente de empresas pretendan ser expertos políticos. Cuando se junta el Poder y el dinero, la política se convierte en un instrumento para hacer dinero, y este se convierte en un medio para adquirir Poder.
5. La corrupción en todos sus niveles. Motivado por la extrema cercanía entre el Poder y el Dinero. Es el abandono de los valores ciudadanos que llevan a las personas libres a ponerse al servicio de los demás ciudadanos. Los políticos son un reflejo del fundamento moral de las naciones.
6. El populismo. Surge cuando la muchedumbre se constituye como pueblo, queriendo ejercer la soberanía. De esta forma los representantes, no del pueblo, sino de la muchedumbre, necesitan ser autoritarios para controlar el Poder, y necesitan destruir a la democracia para legitimarse.
7. La personalidad extrema del Poder.
8. El aumento de la desigualdad, que es el primer argumento de los enemigos de la democracia, pero que tampoco es el mejor terreno para construir democracia.
9. La desintegración política. La política supone articulación, si los actores políticos no se articulan, los conflictos no alcanzan la dimensión política. Esto lleva a la desintegración social, cuya máxima expresión es la delincuencia.
10. El exceso de democracia. Esto es una paradoja. Ocurre, por ejemplo, cuando un gobierno quiere satisfacer todas las demandas sociales en el plazo de tiempo más corto posible. Esto lleva a la democracia a la ruina. Además, como se ampara en que representa la voluntad de la mayoría, se convierte en una dictadura de mayorías contra las minorías, lo que paraliza el juego político, que significa el esfuerzo de las minorías de convertirse en mayorías, y si esto no se lleva a cabo, este proceso no se desarrolla y estos logros no se alcanzan, y se extingue la Democracia.
Interesa sus comentarios, sea de forma de crítica a este análisis o agregando nuevas amenazas.
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