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La pesadilla kafkiana

Un día cualquiera, una persona cualquiera se vio convertida en un monstruo, gracias a buenas personas en las redes sociales.
En el Salvador estamos viviendo una pesadilla kafkiana, convertimos a personas en gigantescos monstruos únicamente por que alguien astutamente coloca en las redes sociales mentiras completas y medias verdades.
Dijo Edmund Burke, que la única cosa necesaria para hacer que triunfe el mal es que la gente buena no haga nada, pero a veces, la gente buena, cuando cree en cualquier cosa solo por que se escucha bonito, permite que se siembren dudas sin fundamento, y así se destruye la imagen de otras personas. Esto es injusto.
Si hay acusaciones contra una persona se debe actuar con las pruebas en la mano, pero si se trata de una batalla para esconder las fallas de otros o si es de índole ideológica, se está cayendo en la falacia ad hominen, y escondemos otras fallas más graves o fortalecemos una ideología que no puede esconder sus errores simplemente convirtiendo a personas que piensan diferente en monstruos con pecados imperdonables. Por supuestos que estas personas lo hacen con las mejores intenciones, pero dicen que de buenas intenciones está pavimentado el camino del infierno.
¡Con cuanta razón dijo también Burke que en una democracia, la mayoría de los ciudadanos es capaz de ejercer la más cruel represión contra la minoría!
Como sociedad hemos caído en una peligrosa idea socialista, la que los beneficios son malos, pero olvidamos que al no haber beneficios no hay estímulos para la superación. Es defecto de las democracias que la ley y lo correcto sean sustituidos por la opinión pública, y esto ocurre por que es la forma en la que las masas aplican la tiranía, tiranía que es fruto de la incompetencia, de egoísmo y de envidia. El peor crimen contra cualquier trabajador es negarle beneficios más allá de su salario.
Hemos bajado a nivel de vergonzoso el tener beneficios. Hemos confundido igualdad de oportunidades, que es libertad, con igualdad de resultados, que es tiranía. Por razones diferentes, no todas las personas logran los mismos resultados con las mismas oportunidades.
Los que juzgan personas para criticar a una idea o un partido confunden la verdad con las noticias, por eso es tan terrible la afirmación de Adolf Hitler, que dijo "Que suerte tiene un gobierno si la gente que administra no piensa".
Solo han sido necesarias medias verdades y completas mentiras para que nos olvidemos de las pandillas, de los muertos, de la tregua, de las pensiones, de la falta de crecimiento económico, de cualquier cosa. ¡Que suerte ha tenido este gobierno y su ideología!, ha recibido gran ayuda de tantas buenas personas que han caído en su telaraña.
Estas personas que destruyen a otras sin hacer justicia y creyendo que hacen las cosas por el bien de El Salvador son, como en el Mago de Oz, los que prestan atención a ese señor detrás de la cortina.


Comentarios

  1. Excelente articulo Doctor, debemos darnos cuenta de la desinformación respaldada por trolles, de la exaltación mediática y de la constante erosión del estado de derecho por aquellos que deberían promulgarlo y defenderlo.

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