Ir al contenido principal

Un Gobierno Fallido


Cuando los grupos criminales pueden, con absoluta impunidad, extorsionar a quienes se les antoja, asesinar a cualquier persona, lanzar a las vías públicas bolsas con cadáveres decapitados y desmembrados, crear sus propios cementerios, imponer autogobiernos en las prisiones, enviar órdenes a los de “afuera” desde las misma prisiones, es porque estamos ante un gobierno fallido.
Podemos adivinar que van a defenderse diciendo que esto no es nuevo y que es por culpa de veinte años y bla, bla, bla.
Es cierto, esto no es nuevo, pero nunca había ocurrido en la cantidad y con la impunidad que ahora ocurre.  Es más, cuando los responsables de la seguridad ciudadana fueron oposición, fueron agudos críticos de las políticas de los gobiernos de entonces y afirmaban que ellos podían resolver el problema. La ciudadanía les confió la responsabilidad, y el problema, en lugar de comenzar a resolverse, ha empeorado y cada vez es peor.
Los saldos desastrosos en términos de seguridad de la administración de Mauricio Funes y el fmln han llevado a que la inversión, que es la que origina riqueza y puestos de trabajo, les pierda la confianza, que una porción significativa de la población comience a negarles el voto, que se les esté pidiendo “resultados inmediatos”.
Durante la elección del actual gobierno era un secreto a voces que se negoció con las pandillas callejeras para que les dieran el voto y que, por medio de extorsiones, se obligara a una porción de la población a votar por ellos. El fmln ganó, por poco, pero ganó, y lo primero que hizo este gobierno fue disminuir la seguridad de los líderes de las pandillas. Lo que tuvo que revocar debido a la presión social.
A dos semanas de instalado el actual gobierno, las pandillas hicieron un llamado para una nueva negociación, se frustró por la presión social. En el año 2010, un sacerdote salió en un video enviado a los medios de comunicación, acompañado por pandilleros encapuchados, pidiendo nuevamente negociar. Tampoco ocurrió. La respuesta de las pandillas fue crear una serie de rumores que hizo que padres de familia no enviaran a sus hijos a estudiar y que cerraran temprano por la tarde centros comerciales.
Luego vino el cambio de las autoridades de seguridad pública, y vino la promesa de disminuir los homicidios en un 30% a noviembre de 2012, la respuesta de las pandillas fue aumentar el número de homicidios en un 17%, así como las extorsiones. La imagen del Gobierno, del Presidente, del fmln y del Ministro estaba cuesta abajo.
Según un medio de comunicación, utilizando las elecciones del 11 de marzo, que tenía distraída a la población, el gobierno esta vez si negoció con las maras. La supuesta idea era disminuir los delitos más mediáticos un tiempo a cambio de disminuir los niveles de seguridad de los líderes de las pandillas encarcelados. Para continuar con la “cortina de humo”, también se le dio este beneficio a otro tipo de delincuentes como al “violador de Merliot” y a un ex funcionario corrupto. El gobierno respondía así a su promesa. Las pandillas respondían más evidentemente,  el 12 de marzo, los homicidios bajaron de 17 a 18 diarios a solo 2, y así se ha mantenido. El único problema de todo lo anterior es que hubo una fuga a un medio de comunicación y se ha hecho público. El Gobierno, el Presidente, el fmln y el ministro no han obtenido lo que deseaban, aumentar su popularidad preparándose para las elecciones de 2014, sino lo contrario, están en la mira de la sociedad al convertirse en un gobierno que negocia con delincuentes.
Lo único que demostró el Gobierno es que ha abdicado y le entrega el país a las pandillas callejeras. Ha demostrado también un secreto a voces, la descomposición de la policía y de los penales; que el enfrentamiento entre maras, que era la excusa del aumento de los asesinatos no era tan importante y que pueden ponerse de acuerdo… y el hartazgo de una sociedad que quiere resultados y los quiere ya.
Además de los problemas de seguridad pública, la población de El Salvador está siendo atacada por otro problema, malos servicios públicos que además son caros, aumento del costo de la vida, disminución de su poder adquisitivo, etc.
Todo lo anterior no demuestra un Estado fallido, pero se está poniendo en evidencia un gobierno fallido.
La actual clase gobernante no sabe, o hace como que si no sabe, quizá por razones ideológicas, que la función fundamental y fundacional del Estado como forma de gobierno es la seguridad pública por el bien de todos y cada uno.
Mientras no ocurra otra cosa, en El Salvador lo que existe es una democracia representativa, manda la mayoría por medio de la representación que se otorga a los gobernantes para que velen por el bien y la seguridad de todos o, cuando menos, de la mayoría. Si los gobernantes fallan no hay un estado fallido. Hay, en todo caso, un gobierno, unos gobernantes fallidos. Que no saben cómo cumplir con sus obligaciones o, lo que es peor, que desconocen sus obligaciones.
Hoy resulta que este Gobierno, antepone intereses ideológicos a la seguridad de las personas, que este Gobierno trata de utilizar la seguridad pública no para el bien de todos, sino para el de unos pocos, unos para no ser considerados un fracaso y otros porque tienen aspiraciones políticas. Hoy resulta que como una acción de relaciones públicas, el gobierno negocia con las pandillas para disminuir los crímenes mediáticos y hacer creer a la población que es una mara-villa. Hoy resulta que se negocia con las maras para que una persona crezca en sus aspiraciones presidenciales.

No señor. Si sabemos que en el país hay un problema de seguridad pública, no es negociando con los delincuentes que se va a resolver, lo que tienen que hacer los funcionarios es que limpien a nuestra patria, que se desarrollen planes para controlar a los delincuentes actuales y se creen planes para evitar delincuencia en el futuro, Y si no pueden, ¡que renuncien!, ¡pero que renuncien todos!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pesadilla kafkiana

Un día cualquiera, una persona cualquiera se vio convertida en un monstruo, gracias a buenas personas en las redes sociales. En el Salvador estamos viviendo una pesadilla kafkiana, convertimos a personas en gigantescos monstruos únicamente por que alguien astutamente coloca en las redes sociales mentiras completas y medias verdades. Dijo Edmund Burke, que la única cosa necesaria para hacer que triunfe el mal es que la gente buena no haga nada, pero a veces, la gente buena, cuando cree en cualquier cosa solo por que se escucha bonito, permite que se siembren dudas sin fundamento, y así se destruye la imagen de otras personas. Esto es injusto. Si hay acusaciones contra una persona se debe actuar con las pruebas en la mano, pero si se trata de una batalla para esconder las fallas de otros o si es de índole ideológica, se está cayendo en la falacia ad hominen,  y escondemos otras fallas más graves o fortalecemos una ideología que no puede esconder sus errores simplemente convirtiend...

Los que arruinan la política involuntariamente.

  Es necesario discernir entre ideas reales e ideas populares, los políticos maduran cuando comienzan a trabajar con ideas reales, sean estas populares o no. Un político crece cuando deja de actuar en función de creencias generalizadas y comienza a pensar en lo que se debe hacer. Lo inexpertos, que son lo que se creen más expertos, son los que se olvidan de las ideas y trabajan en principio de creencias populares. Es muy cómodo reducir las ideas a expresiones y frases de fácil comprensión para los demás. La gente entiende más fácilmente una lógica superficial que simplemente suena bien y que nos hacen sentir importantes y populares. El verdadero mundo de las ideas no funciona así, y no entenderlo puede generar graves consecuencias para las personas y para los Estados. Un ejemplo es el marxismo. Desde la segunda mitad del siglo XIX muy pocas personas han leído El Capital, y menos personas aún han de haber entendido algo, pero, aun así, el marxismo ha logrado millones de adeptos...

Como convertirte en un dictador

Puedes llegar por un Golpe de Estado, por imposición, o lo mejor, puedes llegar al Poder por elección popular. Es la manera más simple, no la inventó Hugo Chávez, ya lo había hecho Adolf Hitler.  Primero aduéñate de los medios de comunicación, si no como dueño, como aliado, y trabaja en uno si es posible porque te abre la oportunidad para criticar todo lo que aspiras tener. Luego, con el Poder, controla y trata mal a los mismos medios de comunicación. Eso si, a algunos apóyalos para que te apoyen.  Asegúrate de estar en un país donde haya algunos idiotas, lánzate de candidato en las elecciones, diles algo bonito como que tú eres el cambio y ellos, sin tener idea de qué clase de cambio hablas, votarán por ti.  Luego les das un montón de dinero y privilegios a tus amigos y tú te quedas con más que ellos, no importa si dejas al pueblo en la miseria, ellos ya cumplieron, ya votaron por ti, ahora que se aguanten. Esto tiene sus peros, como el que los amigos...