No conocí personalmente a Facundo Cabral, la primera vez que supe de su música fué creo, en 1973, cuando mi padre me llevó a una pequeña tertulia en la Universidad Nacional, en la cafetería, adonde un todavía poco famoso Alberto Cortez tomó la guitarra y cantó, entre otras "Mi arbol y yo".
Tenía 13 años y desde entonces me hice fanático de Cortez y Cabral. Pero eso no explica porqué me duele el vil asesinato de Facundo Cabral, pero creo que con su música, sus poemas, sus prosas, con "Cuando un amigo se va", con "Los ejes de mi carreta", con "Los pendejos", etc.
Cabral decía lo que todos tenemos en el alma, lo que todos quisieramos poder escribir. Nos aflije la partida injusta de un ser humano, pero nos aflije también quien nos va ahora a sacar del alma lo que tenemos.
También nos afilje la violencia que vive mi querida Guatemala, que vive mi El Salvador.
Facundo nos dio su vida, toca ahora esclarecer su muerte y castigarla.
9 de julio 2011
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