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El Bien Común

Bien Común es el bien que puede ser participado por todos los miembros de una comunidad humana. Dios es el mayor ejemplo del bien común.
El objetivo primordial de la sociedad es el perfeccionamiento de las personas que la integran, es por esto que surge el Estado, para satisfacer las necesidades de las personas, y es en el bien común del Estado que las personas encuentran su bien particular.
Por su esencia, bien común es aquel en el que pueden y deben participar todos los ciudadanos. No se trata de un beneficio para únicamente una parte de la sociedad, por grande que esta sea. El bien común es el bien de todos por lo que lo es para cada uno no porque sea bueno para un individuo o grupo de individuos, sino porque la suma del bien de cada uno será el bien de todos.
El bien común es diferente al bien particular, pero no son excluyentes de la misma manera que el todo no excluye a la parte.
Todo lo anterior permite entender el porque el bien común es la causa final de la sociedad.
El ser humano se realiza en la sociedad, por lo que esta deberá estructurarse de tal manera que asegure a los individuos la satisfacción de las exigencias que derivan de su propia calidad de persona. Es para la satisfacción de estas exigencias que surge la cuestión del "bien común" y común significa universal.
El bien común es trascendente cuando trasciende del orden moral y es génesis del órden social mismo. También puede ser inmanente cuando pertenece a todos lo bienes materiales y espirituales temporales que perfeccionan al ser humano en una época determinada y que se relaciona en proceso de lo que denominamos progreso. Este es el bien común al que se refiere la sociedad política.
El bien común también es intrínseco cuando se desarrollan en el individuo mismo y extrínseco cuando son externos al individuo, y como la persona humana es el fin mismo de la sociedad, lo extrínseco está supeditado a lo intríseco.
Toda actividad que no finalice en el individuo y su desarrollo  no es componente del bien común y para que lo sea, también debe ser universal, esto es, que el desarrollo sea para absolutamente todos los individuos que componen la sociedad y para solamente una parte, sin importar su tamaño.
Es por lo anterior que cualquier forma social, cualquier forma de estatismo o cualquier institucionalismo que pretenda la acumulación de bienes para el beneficio de una humanidad abstracta y en perjuicio de los seres humanos no está dentro del bien común, sino del bien particular o de algunos grupos.
El bien común inmanente es la dignidad humana, y esta exige de la libertad, de la verdad, de la igualdad y del civismo.
En el campo político, la verdad es cuestión de justicia.

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