La “antidemocracia” es, entre otras cosas, cínica, pues utiliza el derecho democrático de las urnas para vulnerar a la democracia misma.
“Antidemocracia” es el nuevo instrumento en que se pretende gobernar a los pueblos.
Como dijo Wiston Churchill “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”. Atacar a la democracia es atacar la oportunidad de hacer buena política y abre la puerta al totalitarismo, porque esa es la esencia de la democracia, evitar al totalitarismo.
Churchill dijo con excepción de todos los demás, debido a que la democracia es el único sistema de gobierno que también es el modo más razonable de convivencia entre las personas. Es por eso que las constituciones democráticas definen las fundamentales reglas de esa convivencia, entre estas, la libertad de expresión, que es ingrediente básico para que todas las tendencias políticas e ideológicas expongan su proyecto y finalmente se sometan al veredicto popular.
En la democracia, el Poder se utiliza para legislar, regular y gestionar la convivencia democrática, pero cuando un partido político, en el ejercicio que le da el soberano, pierde el respeto por la propia democracia que le ha investido y encuentra valores y métodos antidemocráticos, está traicionando a quienes le han entregado el Poder, secuestrando la voluntad expresada por los pueblos.
La “antidemocracia” utiliza los derechos que nos da la democracia para el ejercicio del autoritarismo, pero se trata de un autoritarismo disfrazado de buenas intenciones, pero el pueblo pierde derechos, que a su vez van ganando las nuevas élites antidemocráticas y que se financian con el patrimonio público.
Lo que es peor, los derechos perdidos por la población son sustituidos por nuevos deberes. El ciudadano tiene ahora el deber de reducir sus ingresos, aumentar horas de trabajo, pagar más impuestos, recortes en las economías familiares, aumento de tarifas eléctricas, transporte, alimentos, combustibles, etc… etc… con lo que se origina
En conclusión, la antidemocracia es una estafa, pero los antidemocráticos no ven la estafa, pero tampoco el mérito, sino todo lo contrario.
Pero el peor antidemocrático es aquel que se disfraza de democrático, el que asalta la democracia al convertir la política en un espacio para medrar, y que hipotecan cualquier proyecto político para alcanzar a cualquier precio una posición y una chequera. Son el Caballo de Troya de la política.
Son aquellos que se alían a poderes financieros no éticos y que sustentan sus campañas políticas para cautivar al elector y una vez logrado el Poder, pagan su tributo a esos poderes económicos – financieros, y como Caballos de Troya, generan una sociedad ideal para la opresión, coerción, explotación y enriquecimiento ilícito a costa de los servicios públicos que se crearon con el esfuerzo de los trabajadores.
Un caballo de Troya repleto de individuos que arribaron a las filas de un partido, no con proyectos políticos, lo hacen con proyectos individuales.
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